Muchas personas que no son economistas me han hecho la observación de que los economistas somos muy mamones (si te irrita el oído la palabra anterior léela como “pedantes”). La neta a mí también me parece que somos (aparentamos ser) mamoncillos y creo que parte de este comportamiento se debe al entrenamiento (si entrenamiento como perros) que recibimos. Las herramientas que usamos son solidas y nos permiten argumentar sólidamente en casi cualquier discusión que tenga que ver con economía (y en consecuencia de que los economistas metemos la nariz en todo asunto podríamos omitir la parte: “que tenga que ver con economía”) o al menos así lo pensamos (sentimos). En este post de Mankiw un economista (el compañero del médico en el seminario en cuestión) se pasa de mamila, la verdad no creo que los mejores y más reconocidos economistas se atrevan a expresarse así (aunque no dudo que se comporten así) creo que los datos podrían confirmar sus hipótesis pero habría mucho ruido que eliminar ¿no? Un abogado compañero en la maestría me dijo una vez: “Yo creía que los abogados éramos los más mamones hasta que conocí a los economistas”. Mariana (mi esposa) me dice seguido que soy muy mamón, al principio no le creí, después fui monitoreando más seguido y más frecuentemente, llegue a la conclusión de que puedo llegar a ser muy mamón, también observe que ser o sonar mamón esta correlacionado negativamente con el impacto efectivo que mis comentarios tienen en las personas. ¿Estaremos perdiendo algo en tanta mamonería?
Saludos afectivos a mis colegas mamones
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