Haz el amor no la guerra

Este dicho parece aplicarse también en el ámbito comercial o al menos es lo que encuentran Philippe Martin, Thierry Mayer y Mathias Thoenig en su estudio “Does globalisation pacify international relations?” cuya reseña aparece en VoxEU. Ellos encuentran que los acuerdos comerciales regionales tienden a ejercer un efecto pacificador en relaciones bilaterales, y al mismo tiempo tiene un efecto contrario con otros países, es decir, acuerdos bilaterales generan una relación bilateral pacifica y al mismo tiempo incrementa las probabilidades de conflicto con terceros.

Encuentran también que los países más abiertos al comercio tienden a verse involucrados más frecuentemente en conflictos militares. Dos países al tener un acuerdo bilateral de comercio incrementan el costo de oportunidad (los beneficios del comercio) de entrar en conflicto y por tanto están dispuestos a hacer más concesiones de lo que estarían en ausencia de comercio, esto fortalece las relaciones amistosas entre países. Sin embargo, la globalización promueve la apertura comercial y el número de acuerdos bilaterales, disminuyendo el costo de oportunidad de entrar en conflicto con un país en particular, lo cual puede incentivar un comportamiento menos pacifista entre países, ellos son optimistas en cuanto a un efecto neto positivo del comercio sobre conflictos bilaterales. Según sus cálculos desde 1970 la probabilidad de conflicto bilateral se incrementó en un 20% en aquellos países separados por una distancia menor a 1000 km, siendo el efecto mucho menor para distancias mayores.

Se me hace muy interesante la aplicación de la lógica generada por este estudio al caso de Turquía. Su integración a la Unión Europea tendrá un efecto pacificador, en especial en sus relaciones con Grecia y Chipre, pero puede generar conflicto con sus demás vecinos ajenos a la integración con Europa.

Al parecer, al igual que en las relaciones humanas, la relación (comercial) entre parejas (de países) se ve menguada cuando entran a escena nuevas relaciones sentimentales (comerciales). En éste caso el comercio y el amor siguen una senda parecida, al fin y al cabo el amor es un conjunto de sentimientos que ligan una persona a otra sí, pero también es un intercambio de servicios y productos entre parejas.