Respecto al comentario anterior Prof...9 hace un comentario muy pertinente:
"Me pregunto si lo relevante en el debate entre heterodoxos y ortodoxos son las prescripciones de políticas pro o contra el libre mercado (per se), o es el "método"; i.e., neoclásicos contra marxistas, pos-keynesianos y cía. ¿Necesariamente la contraposición de métodos debe llevar a conclusiones diferentes y, por lo tanto, a políticas diferentes?
Mi pregunta viene motivada por tu comentario:
"... yendo de la ortodoxia a la heterodoxia con fundamentos sólidos es, dmpdv, lo óptimo, lo más divertido y lo más satisfactorio."
Paradójicamente, lo anterior parece sugerir que el "método" de la ortodoxia es EL correcto, pero no así sus conclusiones.
¿Método y conclusión se pueden separar? ¿O son los supuestos o la ideología [de] un economista revestida de "rigor"?
Para mí, el trabajo relevante lo están haciendo o lo han hecho recientemente economistas como Stiglitz, Laffont, Tirole, Banerjee y otros, quien[es] no es que estén aplicando un método heterodoxo o que sus conclusiones sean heréticas, sino que han abordado con rigor y creatividad temas "nuevos" de la economía: los incentivos".
Coincido totalmente con tu comentario Prof. El mío (el comentario) iba en el sentido de que no puede haber heterodoxia sin existir ortodoxia, en el caso de la economía ¿cómo desviarse de la teoría neoclásica sin haber existido ésta? ¿Alguien puede negar la utilidad de los modelos teóricos clásicos construidos bajo los supuestos típicos de la economía que se nos enseña en la licenciatura? Me parece imposible generar “economía heterodoxa” sin internalizar antes la “economía ortodoxa”, ¿cómo construir modelos nuevos sin tomar en cuenta los fundamentos “clásicos” de la teoría económica con todo y sus muy criticados supuestos?
Creo que aproximaciones a problemas económicos por medio de diferentes metodologías puede llevar a conclusiones diferentes y a políticas distintas, de aquí que dos economistas puedan tener argumentos teóricamente sólidos en direcciones distintas y uno, ambos o ninguno tener la razón (absoluta).
Como lo entiendo yo el trabajo del economista consiste en modelar, explicar y predecir el comportamiento del consumidor, de instituciones, de alguna variable micro o macro, entre otras cosas; para ello se puede usar un enfoque puramente teórico, teórico-empírico o experimental pero ¿cómo modelar empíricamente, explicar o predecir (mediante el método científico) alguna variable o comportamiento de algún agente sin un modelo previo que establezca una hipótesis de comportamiento o relación de y entre agentes y/o variables? Aquí es donde creo yo que es importante entender los fundamentos clásicos de la economía, con sus supuestos y conclusiones y al momento de aplicarlos empíricamente o cotejarlos con los datos determinar que tan bien se ajustan a la realidad y por lo tanto determinar su utilidad “real”. En caso de que los resultados obtenidos con estos modelos no reflejen una realidad “natural”, no inventada, entonces el trabajo por hacer es modificarlos para hacerlos una imagen más adecuada de la realidad, o en su caso sustituirlos por otros modelos con mayor “poder” explicativo.
Esto es para mí ir de la ortodoxia, donde el economista se queda con los modelos de texto como fuente única de trabajo, e ir más allá sin olvidar los fundamentos pero adecuando y modificando el modelo a las necesidades que se vayan presentando, relajando supuestos, innovando, dándole un enfoque ecléctico a la economía al pedir prestado de otras áreas del conocimiento. Me parece que métodos distintos pueden llevar a ambos conclusiones iguales o distintas, pero ¿Quién hace o escoge el método a seguir? Como pregunta Prof. ¿O son los supuestos o la ideología [de] un economista revestida de "rigor"? Muy probablemente sí, aquí es donde le encuentro lo divertido a ir de la ortodoxia a le heterodoxia, incluso sin darse uno cuenta.
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