Entrarle o no entrarle

Desde hace dos años aproximadamente he estado pensando tomar o no tomar neuroestimulantes para mejorar mi desempeño cognitivo. He estado esperando que salga algún estudio que encuentre si existen o no efectos colaterales serios pero hasta ahora nada que me convenza de usarlos o no, algo que no me había pasado por la cabeza eran los aspectos éticos respecto al uso de estas drogas. Soy del tipo de personas que no puede estar haciendo una sola cosa a la vez, me diagnosticaron dislexia hace poco, trabajo mejor de noche que de día y me gusta pasar tiempo con mi familia todos los días. No puedo con todo y siempre me retraso en algo así que de vez en cuando la pregunta da vueltas iterativamente en mi cabeza.

Sé de varios casos de personas que recurren a algún estimulante para mejorar su desempeño, todos sobre personas en la academia que utilizan o utilizaron alguna droga para mejorar su desempeño académico y que aparentemente les ha ido bien en lo académico y profesional. Uno de ellos utilizaba un medicamento para la gripe (no recuerdo el nombre) con coca cola, el efecto supuesto era que podía permanecer despierto mucho tiempo y mejoraba la concentración, según sé esta persona termino su PhD en una de las universidades top de gringolandia. Otro aficionado a la mariguana, escribió su tesis doctoral fumando mota y el resultado fue "una tesis chingona", otros consumimos café en cantidades industriales. También se de casos en los que el uso de la mariguana no ayudo para nada en el desempeño académico, incluso el su uso empeoró el desempeño en estos casos. Por otro lado, tengo un amigo que no consume ningún estimulante (el café no le gusta y no usa "smart-drugs") va bien (o muy bien) en su PhD. ¿Es necesario utilizar estimulantes? ¿Algunos de nosotros, que podríamos estar en desventaja "natural" respecto de otros, deberíamos usarlos? ¿Es válido evaluar de igual forma a quien recurra a estimulantes y a quien no?

La verdad van 3 o 4 ocasiones en que he entrado a la farmacia con la idea de comprar modiodial (modafinil) pero justo antes de pagarlo decido no llevármelo. Siempre me dan ganas de comprarlo después de un periodo muy demandante de estudio o trabajo, cuando he dormido poco, cuando las cosas ya se calmaron, así que pienso que ya no lo voy a necesitar y no lo compro; tal vez si lo tuviera a mi alcance justo cuando estoy en medio de la urgencia si lo utilizaría. El tema salió a relucir en blogs (ej1, ej2)gracias a un comentario de Barbara Sahakian y Sharon Morein-Zamir que apareció en la revista Nature. Los autores del comentario y los blogueros mencionan que el uso de modafinil se está extendiendo en el mundo de la academia, entre los profesores y alumnos, que sufren la gota gorda para poder cumplir con sus obligaciones. Las preguntas que surgen son si no se puede con la excesiva carga de trabajo entonces ¿hay que tomar las medidas necesarias (tomar modafinil por ejemplo) para poder hacerlo? ¿No será que el problema es la excesiva carga de trabajo? ¿A dónde nos llevara un sistema que funciona como una meritocrácia y donde la competencia es muy dura? Ya que estamos en éste escenario ¿qué hacer?

Otro ejemplo es el de José Canceco y el uso de esteroides para mejorar el desempeño en el campo de béisbol. En este artículo, Eric Gould y Todd Kaplan encuentran que los beisbolistas que jugarón con Canceco mejoraron su desempeño, lo cual sugiere que estos beisbolistas empezaron a utilizar esteroides cuando trabajaron o después de trabajar con Canceco, que este efecto en la productividad de los compañeros de equipo aplica solo a Canceco y no a otros beisbolistas comparables a Canceco (compararon con otros 30 en total), y nos da una idea de los incentivos que las personas tienen para mejorar su desempeño en ambientes sumamente competitivos.

Por otro lado está el uso recreativo de estas drogas, pero bueno eso es arena de otro costal ¿o no?